En agosto, la Coordinadora de SOFIA para Asia y Latinoamérica, Daniela Coppola, visitó las comunidades salvatorianas del Vicariato de la Misión de Asia Oriental. En este momento, la Sociedad cuenta en Filipinas con 8 Padres y otros 63 miembros de la comunidad, entre aspirantes, estudiantes de filosofía, novicios y escolásticos estudiando teología.
SOFIA lleva ya varios años recogiendo fondos para proyectos salvatorianos en Filipinas, especialmente para Puso sa Puso, la ONG local fundada por el P. Artur Chrzanowski. El propósito principal de la misión de Daniela era, por lo tanto, estudiar en profundidad las necesidades y problemas del área y participar en la evaluación externa de las actividades de Puso sa Puso, entre las que se cuenta ALSA BUHAY, un programa educativo alternativo para niños y niñas, casos de abandono escolar y adultos analfabetos que viven en Parola y Payatas, dos áreas marginadas de la capital de Filipinas – una de ellas situada en un enorme vertedero.
Puso sa Puso se fundó en 2009, después de una fiesta de Navidad que el Hno. James Rieden y el P. Artur organizaron para los niños de los barrios de chozas junto con algunos voluntarios. Al darse cuenta de la necesidad y la pobreza de estos menores, que no suelen poder asistir a una escuela regular porque están ocupados contribuyendo a los ingresos familiares, decidieron hacer más y convertirlo en algo sostenible: ofrecerles una oportunidad de recibir una educación, un pasaporte para un futuro mejor. Inspirándose en el ALS (Alternative Learning System - Sistema de Aprendizaje Alternativo) pero gratuito y de mejor calidad, pusieron en marcha un programa educativo que ayuda a los niños, niñas y casos de abandono escolar de todas las edades a prepararse para el examen estatal en menos de un año y poder así acceder bien a la escuela secundaria o a la universidad. Después de que el Hno. James muriese en 2010, el P. Arthur continuó adelante con el programa con mucho éxito. Desde su comienzo, más de tres mil personas se ha beneficiado de los programas de Puso sa Puso.
A lo largo de los años, y a petición de la población local, la fiesta de Navidad se ha «institucionalizado» como momento especial del año para los niños/as y el programa ALS se ha ido enriqueciendo con cursos de habilidades para la vida para jóvenes y sus padres, educación infantil temprana, visitas a domicilio y ayuda psicosocial a las familias de los niños/as, educación espiritual, formación profesional, sesiones de derechos humanos y programas para madres jóvenes. De hecho, desde un principio se implicó a la gente, y en especial a los padres, informándoseles de la importancia de la educación a la hora de mejorar sus duras condiciones de vida. ¡Muchos adultos han entendido el reto y están asistiendo a los programas! Con los y las jóvenes, el esfuerzo no acaba necesariamente con el examen, incluso las tasas de la universidad son un gran obstáculo para muchos/as de ellos. Aquí es donde entra de nuevo SOFIA, organizando becas individuales para estudiantes con voluntad y talento suficiente para seguir el itinerario académico.
Se puso en marcha este ambicioso proyecto en el barrio de chozas de Parola, terriblemente pobre y peligroso, en el que consiguieron alquilar un contenedor. En 2012, se abrió un segundo centro en la «ciudad vertedero» de Payatas, donde las clases se imparten en un edificio pequeño de la Diócesis de Novaliches. Sin embargo, a la vista de las necesidades reales, podrían haber empezado prácticamente en cualquier parte de la Manila Metropolitana; hay barrios de chabolas en muchas partes de la ciudad. ¡Y en las dos áreas seleccionadas hay tanto que hacer que se agradecería enormemente que se hiciera mucho más! Por suerte, Puso sa Puso puede contar con una gestora de proyectos de gran talento, la Hna. Frances Mangabat SDS, y con un equipo de instructores y trabajadores sociales muy entregado, que está apoyado por voluntarios, novicios SDS y jóvenes internacionales, que ayudan con los niños de preescolar durante un año. Otra Hermana franciscana, la Hna. Mila, también se unió al equipo coordinador hace dos años, donde sigue con dedicación completa. Por suerte, existe una cooperación intensa con las Hermanas Salvatorianas y con los demás agentes que trabajan por el bienestar de los más pobres. Todos están trabajando juntos para contribuir al objetivo común de aliviar la grave situación de la población local, compartiendo recursos e ideas.
El auditor externo financiado por la agencia irlandesa de financiación Misean Cara ha evaluado todas las actividades en curso de forma profunda y profesional, sin fiarse únicamente de las estadísticas y la documentación sino realizando también entrevistas y debates en grupos destinatarios con todos los agentes implicados. Los programas Puso sa Puso se mejorarán aún más en base a las conclusiones de la evaluación para que tengan un impacto todavía mayor. SOFIA continuará sus esfuerzos por conseguir fondos para ésta y otras actividades futuras.